Con la Revolución Americana como telón de fondo a finales del siglo XVIII, Assassin's Creed III introduce un nuevo héroe: Ratohnhaké:ton, que es en parte nativo americano y en parte descendiente de ingleses. Se hace llamar Connor y se convierte en la nueva voz de la justicia en la antigua guerra entre Asesinos y Templarios. El jugador se convierte en un Assassin en la guerra por la libertad y contra la tiranía en la experiencia de combate más elaborada y fluida de la serie. Assassin's Creed III abarca la Revolución Americana y lleva a los jugadores en un viaje a través de la vibrante e indómita frontera, pasando por bulliciosas ciudades coloniales, hasta los ferozmente disputados y caóticos campos de batalla donde el Ejército Continental de George Washington se enfrentó al formidable Ejército Británico.
El siglo XVIII en Norteamérica. Tras más de 20 años de conflicto, las 13 colonias americanas y la Corona británica están al borde de una guerra a gran escala. Se preparan las líneas de batalla. El derramamiento de sangre es inevitable. De las cenizas de este pueblo en llamas surgirá un nuevo Asesino. Hijo de ancestros mohicanos y británicos, su lucha por la libertad y la justicia tomará forma en la agitación de la revolución.